martes, enero 16

Y mi carta de despedida dice así:

Son las tres de la mañana ya aún no ha salido el sol.
Quizás le pida demasiado a mi alma,
o a mi misma
.Demasiado tarde para recordar...
Los momentos tan añorados,
nunca vividos,
quedan atrás tras mi muerte.
Demasiados besoss desperdiciados,
demasiadas caricias mal dadas.
Demasiados tropiezos y caídas.
Ya no puedo más...
Son las tres y dos minutos,
la oscuridad es absoluta...

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