martes, enero 16

Querida serpiente:

Quizás no te recuerde como más que una sombra, puede incluso que no más que un borrón blanco en la oscuridad de mi mente. Miro hacia atrás y veo… Mentiras, sarcasmos… Besos, miradas… Arañazos, gritos… Piano, ayuda… ¿Cuál fue la realidad y qué la invención de mi mente? Quizás nada más que un pequeño destello de mentiras, o unos recuerdos de placentera admiración.

Los silencios que nunca rompí, las iniciativas que nunca tomé, los vasos que jamás se rompieron y las sábanas que nunca se deshicieron… Quizás no seas nada, un simple y absoluto nada. Con facilidad podrías no existir y solo estar en la mente de una desquiciada. Pero hubo más que eso, y ni si quiera lo digo por los besos… Es más bien por los silencios, por las conversaciones que hacían pensar y las que me hicieron cambiar, fue mi evolución. El hecho de ahora poder respirar teniendo un pequeño destello en el fondo del pasillo, es cierto –lo sé- que no hay ni la más remota posibilidad de volverte a encontrar… Por que en el fondo reconozco que nunca exististe, que nunca me tocaste y que jamás me hablaste. Por que en mi mente no están grabados tus ojos ni tus manos. Por que en mi cuerpo no se quedó nunca impregnado tu olor.

Por todo eso no te tengo que olvidar… Por que nunca estuviste aquí… Por que jamás te respondí… Y, realmente, jamás volví a ti…

Besos XXX

No hay comentarios: