domingo, enero 14

Desesperación tras el reloj

Estoy harta de falsas esperanzas.
Estoy harta de escribir en la nada...

Ya no resisto el impulso de tenerte.
Dejo que mis manos corran,
inexpertas,
por los senderos de tu cuerpo.

Dejo que los susurros inunden mi mente,
pidiendo más.

Suerte perdida, manos vacías,
papel en blanco, cigarrillos ya gastados,
bombillas fundidas,
situaciones imposibles.

Una estupidez que siempre me negué a creer...

Gritos silenciosos
aprovechan la presión que ejercen nuestras almas
para adueñarse una vez más de la situación...

Desesperación y corrupción,
violación e invitación.

Nuevos gritos me perforan los oídos,
haciendo que mis incertidumbres aumenten con el paso de los segundos...

Tic, tac, tic, tac...


Terrible canción,
monstruosa y sibilina.

Un segundo menos en mi vida, un segundo más.

De locura y vacío.
Cartas y lágrimas.

Lloro por cada uno de los segundos

Tic, tac, tic, tac...

No ves mis lágrimas, ¿no es cierto?

Una vez más he comenzado mi silencioso baile de llantos...

Una vez más me vuelvo a desesperar...

Tic, tac, tic, tac, tic, tac....

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