martes, enero 16

Nada que decir

Mi habitación apesta a tabaco y a maría.
Los papeles y los libros, desordenados como siempre.
Tirada en ese rincón, sin llorar, por supuesto las lágrimas se acabaron...
Cerveza de sifón derramada entre las sábanas.
Miradas que no dicen nada, pero lo dicen todo...
Algo más que contar.
Una despedida, dos besos y adiós.
Una mentira, aquella que nunca terminó.
Nada más que decir.
Quizás que de la melancolía me llegue a morir.
Y mira que trato de animar a los besos.
A los versos de antaño a salir.
Tan solo dos besos...
O dos lágrimas...
Nada más que decir...

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